martes, 26 de julio de 2011

El cocodrilo astronauta


No te lo puedo creer. En serio.
Sigue, te juro que vas a salir volando por esa ventana.
Escúchame, no es gracioso. ¿Acaso(oso) nunca se te pasó eso por la cabeza?
Perdemos combustible. Aterrizaje forzoso.
Dices que a veces es preferible callar, sonreír, temer.
A veces temblar es parte del acto;
Sobre todo cuando el actor principal se convierte en espectador
Sin notarlo.
Siempre supe que ese tema sería un problema.
Sole, no es eso, en serio.
Hace calor aquí ¿no?
Ya! Deja de joder y escucha.
A veces la verdad es incómoda.
Es que todo empezó sin darme cuenta.
A veces la historia es contada desde lejos,
llega a tus oídos y te parece familiar
solo eso, familiar.
Pero hoy los largometrajes se pierden entre la bruma de tu historia.


Mira, es simple.
Desde aquí tienes una mejor vista, acércate.
¿Ves ahora?
No invoques a nadie.
Arréglate.
Habla.

Yo, por mi parte, dejo esta grabación a falta de algo mejor.
Al final, ya todo se fue con el huracán.

Tú mejor duérmete, ya casi veo el sol.




Esta fue tuya, fiel amante de cierto aparato metálico.
Sí, para ti: la trágica pieza perdida de tu propio rompecabezas.




Quizá continúe. Tú sabrás.






Imágenes:
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